Este artículo está creado a partir de un libro que me llamó mucho la atención en el año 2006. Diseño gráfico para el siglo XXI. Google compraba Youtube porque parecía un buen negocio. Se empezaban a ver los primeros iMac de reducidas dimensiones que parecía que triunfarían. Todavía no era fácil encontrar trabajos interesantes de otros diseñadores en internet. Este libro traía una muestra de proyectos y reflexiones sobre el diseño muy relevantes. Rescato el contenido más importante ya que parece que se ha dejado de editar.
En la última década del siglo XX el diseño gráfico experimentó un cambio decisivo a medida que los píxeles y el software sustituían el lápiz y el papel. Ninguna otra disciplina del diseño sufrió un impacto tan importante a raíz del uso de la informática.
Están tan presentes en la sociedad moderna que a menudo registramos sus códigos en nuestro subsconsciente sin darnos cuenta.
Frente a esa lluvia visual cada vez más frecuente, los diseñadores gráficos se esfuerzan por reclamar la atención del espectador. Pueden captar la atención de una forma directa y atrevida, o guiarnos a través de la ambigüedad y los dobles sentidos.
A principios del siglo XXI la presión para llevar a cabo proyectos innovadores que trasmitan un mensaje de un modo cautivador es extrema. Pero eso no es todo. La profesión ha ampliado su radio de acción con la desaparición de la frontera entre las disciplinas creativas debido al empleo masivo de las tecnologías digitales y a las oportunidades que ofrecen.
La herramienta utilizada por la gran mayoría de los diseñadores, pero al mismo tiempo muchos de ellos desearían eliminar las limitaciones de los programas de software comerciales.
Internet y las prestaciones informáticas avanzadas han dado un nuevo impulso a la profesión, pero al mismo tiempo han acelerado el proceso de absolescencia de las soluciones de diseño. Así, lo que un año parece vanguardista, al siguiente resultará anticuado.
El diseño gráfico ha pasado de ser un medio estático de mensajes encapsulados a incorporar cada vez más movimiento y permitir la interacción en diferentes medios
Internet ha revolucionado la transferencia de ideas entre los diseñadores gráficos, y ha propiciado una colaboración sin precedentes entre las distintas comunidades de diseñadores del mundo.
La evolución del diseño gráfico ha estado y seguirá estando íntimamente relacionada con las herramientas tecnológicas que permiten a los diseñadores trabajar con una eficacia cada vez mayor.
«Es solo un trabajo, pero un buen trabajo». Aboud Sodano.
Se intenta predecir el futuro del diseño gráfico con relación a su convergencia con otras disciplinas, su complicidad con la globalización corporativa y su predilección por la ambigüedad de la interpretación cultural posmoderna frente a la claridad de la comunicación universal moderna.
Las inquietudes comunes de los nuevos diseñadores son:
En la actualidad, el nuevo pluralismo del diseño gráfico puede considerarse una respuesta al multiculturalismo de la sociedad global actual y una señal del anhelo de los diseñadores de desarrollar un estilo propio.
Muchos diseñadores gráficos se enfrentan a las nociones de belleza tradicionales con trabajos provocativos que expresan ideas radicales. La mayoría de los profesionales actuales han recibido influencias del arte y el cine, y han incorporado aspectos de ambas disciplinas en sus trabajos, lo que ha llevado a una interpretación más amplia del diseño gráfico. Muchos diseñadores mantienen una estrecha relación con el mundo del arte, pero su trabajo suele estar supeditado a la opinión del cliente, lo que les impide disfrutar de la libertad creativa del arte.
Muchos se han dado cuenta de que un significado ambiguo puede provocar cierto misterio, lo que permite captar y mantener la atención del público. Esto ha propiciado que el diseño gráfico no se utilice para solucionar un problema de comunicación, sino como el planteamiento de un acertijo. Pero también son muchos los que utilizan la palabra, un único mensaje poderosamente directo. A veces esta franqueza surge porque el comunicador defiende un ideal y promociona su causa con la mayor claridad posible.
Desde principios de la década de 1990 el «suvertising» un juego de palabras entre subvert (trastornar) y advertising (publicidad), con su saturación de mensajes corporativos, ha demostrado una fraqueza comunicativa encaminada a liderar una revolución antiglobalización.
«El diseño gráfico es el punto de intersección entre el arte y la comunicación.» Philippe Apeloig.
Lo cierto es que actualmente existe una mayor conciencia de que simplificación es a menudo la mejor forma de filtrar información desde un océano de trivialidades, y que en el futuro los diseñadores gráficos podrían convertirse en los «arquitectos de la información» y crear herramientas que permitan al usuario navegar por los mares actuales de la era digital.
La complicidad del diseño gráfico y los negocios ha contribuido a la expansión y globalización de la cultura comercial, y quizá los profesionales deberían plantearse el aspecto ético de su trabajo. El diseño gráfico se ha utilizado demasiado tiempo para inducir a los países desarrollados a comprar productos que en realidad no necesitan, mientras que en los países pobres millones de personas carecen de las necesidades básicas. Lo peor es que estos productos superfluos suelen manufacturarse en fábricas donde se explota a los obreros con menos recursos de nuestra sociedad global.
En lugar de vender productos cuestionables, los diseñadores podrían emplear su inventiva para poner de manifiesto aspectos sociales y medioambientales. En realidad esto ya es así en un contexto más popular.
Por encima de todo, los diseñadores gráficos de hoy en día deberían ser conscientes de que poseen la responsabilidad (y la sensibilidad) de satisfacer no sólo las necesidades de sus clientes, sino también las de la sociedad.
El poder persuasivo del diseñador gráfico cambia radicalmente el modo de pensar de la gente acerca de aspectos del futuro, desde el calentamiento del planeta hasta la deuda externa de los países pobres. Si bien no todos los trabajos de los diseñadores gráficos pueden englobarse en la toma de decisiones éticas, la profesión necesita inclinar la balanza de lo comercial a lo social para seguir siendo una fuerza cultural importante y vital.
Adaptación libro » ‘GRAPHIC DESIGN FOR THE 21ST CENTURY» por Charlotte & Peter Fiell. Año 2005. Editor: Taschen. Colección Icons.